"LAS MUÑECAS DEL DIABLO" y las guaguas negras

Era la típica muñeca que quedaba al final del cajón de juguetes, esa sin ropa, sin pie, de pelo quemado y a rulos pero por sobre todo fea.

En la casa de mi abuela siempre habían juguetes que traían las tías ricas para que cuando fuésemos nos entretuviésemos con algo en el cuarto frió de la costura.. nadie jugaba con esa muñeca negra, era importada, pero discriminábamos porque era diferente y por ende fea. Quien iba pensar que la maldita muñeca de ojos caídos se convertiría en el recuerdo del martirio actual.

Las guaguas negras son realmente igual a cualquier muñeca de la caja de juguetes, solamente era diferente y nos daba miedo jugar con ella, le inventábamos historias de porque era negra y finalmente eran tantos los prejuicios en torno a ella que ninguna era capas de acercarse y jugar con la pobre chola...

Años mas tarde la vi y me di cuenta que en toda la caja polvorienta ella era la única muñeca que sonreía y tenia aun los dientes de blanca pintura a pesar de los años poseía unos ojos de color índigo que miraba con ternura y su expresión de felicidad era tan atrayente a esta altura de mi vida que recién fui capas de jugar con ella.. finalmente apenas se comparaba con esas albinas muñecas de pelo pajoso rubio y de expresión siempre en llanto.

Hoy soy la muñeca negra... y me encanta, no necesito que alguien tenga que jugar conmigo para darse cuenta de quien soy, la muñeca negra siempre tuvo bien claro quien era y no lloraba un pitido como las otras para que la tomaran en cuenta, sino que simplemente fue ella.. la culpa fue de otros cuando, ya pasado el tiempo, se dieron cuenta que no eran capaces de mirar mas allá.

La felicidad solo es posible cuando es compartida

Un escalón a la vez, los ojos un poco mas abiertos viendo alrededor, como mirada de niño en un nuevo lugar, la diferencia que era ya conocido, lo veía desde el otro lado, con errores encima y con otra forma.

El silencio aguardaba desde hace algunos meses dando por vivido lo común de lo cotidiano, carcomiendo en ideas de miedo, en dolor común que el mundo quería o suponía mostrarme mientras yo me creía el cuento ese.. la historia feliz y lo que nos enseñan para repetir mil veces dentro de jaulas las canciones de otros, las buenas y malas ideas de otros; no recuerdo haber escuchado sobre las alegrías y las penas de otros, quien sabe si finalmente la particularidad de cualquiera de quien nos hubiesen hablado provenía de aquello. Es así como me acostumbre y pretendía conseguir lo que los demás mostraban y contaban, me creí el cuento de otros, deje de mirarme a mi misma y seguí el camino viendo a los otros, imitando a otros, queriendo ser otros.

Bendito sea el que se dio cuenta que las maldiciones no duran para siempre, mi autoenvenenamiento hiso sobredosis de pensamiento autoconcluyendo que sin duda el mismo camino monótono no llegaba a niuna parte... finalmente fue ahí cuando simplemente detonar un acto diferente ante el día de gritos entre ideas interna lleva a ver otros y como acto increíble sin percatarme comencé a responder... no como antes

Esta vez respondí yo, era quien decia no, la que tiraba una pesades, quien no titubeaba al decir lo que sentía, veía, oía y hacia, no le daba vergüenza ser ella, no le daba.. era algo que había dejado de lado, consigo los prejuicios y la idea de perfección habían desaparecido, y por fin comprendia sin juzgar previamente que no todo se encacillaba en aquella caja oscura para rebelar a los demás. Era yo.. no iba en busca de nada que yo no quisiera y no me privaba de nada que creí que me arruinaría el resto del otro día, no sentia aquel dolor oprimir el pecho.

Era alguien, que se sentía feliz de estar con otros, de reírse del día con alegrias y con sus penas, de sentirse útil para alguien, de darse cuenta que lo mas simple era ponerse los audifonos, seguir camino con la frente en alto y dejar volar la imaginación. Comenzaron a llegar el resto de las cosas por si sola, simplemente llegaron y no las detuve, no les tenia miedo.. y me hago totalmente responsable de las alegrias y penas que traigan consigo, no se a donde termian las cosas pero si se que empieszan cuando yo quiera, cuantas veces quiera. Me gusta que los ojos me brillen, son esas pequeñas alegrias que el karma trae de vuelta por algun buen acto hecho.